Dos
hitos en mi fin de semana:
UNO:
“Robot Of Sherwood”, el capítulo 3 de la
última temporada de “Doctor Who”. El primer Gran Episodio del Nuevo Doctor.
Peter Cappaldi se recibió de Doctor en este capítulo. El Doctor lleva a Clara a
visitar a su personaje favorito, Robin Hood, y contra las predicciones del
Doctor (“es sólo un mito”), lo encuentran y lo hacen encajar en la mitología
oficial de la serie (los cybermen recaudan impuestos, etc.). Hay capítulos de
“Doctor Who” en los que se privilegia el terror, en otros la fantasía, en otros
la ciencia ficción. Este es uno de esos en los que prima la comedia, y resulta
impecable. Los momentos de celos y disputas verbales entre Robin Hood y el
Doctor son fascinantes. Clara está enamorada del mito de Robin Hood y transmite
ese amor en sus gestos, haciendo que uno se enamore de ella. Cualquier duda
sobre el nuevo Doctor queda despejada. Quiero ver esta serie una vez por semana
por todas las semanas de mi vida. Es lo mejor que se hizo en la Historia de la Televisión Mundial.
DOS:
Un clásico para mí: “Pink Moon Radio” en unaradio.com.ar. Como siempre buena
música, pero lo mejor está en los datos que te tiran. El domingo me hicieron
conocer este blog dedicado a uno de los mitos urbanos más desacreditados: el
que dice que Elvis Presley fraguó su muerte y vive en Argentina. Como Hitler. De
hecho, así es como arranca la narración; “Claro, es conocido que Hitler vive en
Bariloche. Jim Morrison cría ovejas en el sur y el Rey del Rocanrol, Elvis
Presley también vive en Argentina hace 36 años cuando simuló su muerte a lo
Yabrán y con un nombre falso”.
Recomiendo
la lectura atenta de la entrada y ver completo el video que la ilustra. No
tiene desperdicio.
El
video, supuestamente, fue producido en los EE.UU. conteniendo testimonios
recogidos en la Argentina ,
los cuales son doblados al inglés. Es todo muy trucho y muy pronto queda en
evidencia que el video salió de acá mismo y le suman el audio en inglés para
que parezca un documental serio. El final (inspirado quizás en el “Rosebud” de
“Citizen Kane”) resulta demasiado trucho y me hace pensar que era mejor el
final cómico del video de Kapanga “Soy Elvis”.
La
historia en la que se basa el mito, sí nació, aparentemente, en EE.UU. Dice que
Elvis trabajaba de informante para la
DEA y que lo habían descubierto. En EE.UU. existe el famoso
“Programa de Protección de Testigos” que se ve en tantas películas policiales.
Por ese programa, el Estado te facilita fingir tu muerte y asumir una nueva
identidad en otro lugar, proveyéndote de toda la documentación necesaria. Pero
también te pone límites: no podés obtener un rédito económico ni estafar a
nadie. Por eso, dicen, es que nadie se presentó nunca a a cobrar la millonaria
póliza de seguro de vida que tenía contratada Elvis.
Entonces:
los americanos que empezaron con esta tesis, descubrieron (o dicen haber
descubierto) que el mismo día del “entierro”, despegó un avión de pasajeros de
Pan Am rumbo al aeropuerto de Ezeiza. Uno de los pasajeros se llamaba “John
Burrows”, que era un alias que Elvis solía usar para registrarse en los hoteles
cuando iba de incógnito. A partir de ahí, necesariamente, la investigación
salta a la Argentina
y en este punto los autores del video van mezclando los datos americanos con
los que surgen de un libro escrito hace pocos años en la Argentina por un tal
Jerónimo Burgués (suena más a nick que a nombre real; me permito sospechar que
el tal Jerónimo Burgués puede ser uno de los responsables del video).
Se
dice entonces que el vuelo de Pan Am llegó a Ezeiza con una hora y media de
retraso y que, aunque no parece haberle llamado la atención a nadie, “había un
pasajero menos” si se compara la lista que hicieron el check out acá con los
que hicieron en check in en USA. El que falta, obvio, es John Burrows.
Entonces
aparece en el video el eslabón perdido: una entrevista a un tal “Jorge Daniel
García” (nombre suficientemente común para que no pueda ser rastreado por
Google; debe haber miles de personas con el mismo nombre), quien dice haber
estado haciendo la colimba en la base militar de El Palomar ese día. Dice que
estaba de guardia cuando vio descender un avión de pasajeros, un Boeing 747 de
Pan Am. Nunca se había visto un avión así en ese lugar. Lo esperaba una
limusina negra y varios falcons verdes de la Fuerza Aérea Argentina. A la
distancia vio que un pasajero bajaba del avión y subía a la limusina; pensó que
debía ser alguien muy importante “por el revuelo que se armó” para recibirlo.
Lamentablemente,
no leí el libro de Burgués. Quiero hacerlo. NECESITO hacerlo. El blog
transcribe el índice y ya es para flashear. Elvis y el poder. Elvis y la Dictadura. ¡¡¡Terminan
preguntándose por la relación entre Elvis y los Kirchner!!! ¡¡¡Y agregan una
foto de Elvis dándole la mano a alguien que, según el acápite sería Lázaro Báez
en los ’70!!! Demasiado bizarro. Hace que David Icke parezca Stephen Hawking.
Pero
lo que sigue después es todavía más loco porque involucra a un personaje
bizarro que recuerdo muy bien de mi
infancia.
Cuando
yo era chico, a fines de los ’70, lo único que podía conocer de la música en vivo era a través de los
“programas ómnibus” de los sábados y domingos, donde tocaban (o más a menudo
hacían playback) los inventos que las productoras querían promocionar. Mi idea
del “rock” en la niñez, por lo tanto, tenía que ver básicamente con dos de esos
engendros: Los Criss Cross (banda en la que tocaban Vitico, Guyot, Iturri y
Thot, pero con máscaras para no pasar vergüenza. Tocaban una sola canción:
“Súbete a mi moto”, un rock’n’roll compuesto por un compositor profesional de
hits: Richard Mochulske. Hace unos años lo conseguí en mp3 y me gusta
escucharlo cuando salgo a correr) y el protagonista de esta historia: Telmo y
sus Rockers.
Telmo
era lo que después supe que se llama un “Elvis Impersonator”. Imitaba la voz,
el vestuario y el baile del Rey. Pero tenía la particularidad de que no cantaba
en inglés. Traducía las letras de las canciones y las cantaba en español. Así,
mucho antes de escuchar las versiones originales, yo conocía los clásicos del
rock’n’roll de los ‘50 por las versiones castellanizadas de Telmo. No sólo eran
canciones de Elvis. La canción que más recuerdo era “Hay mucha agitación” (versión
en castellano de “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On”), que después supe que Elvis
nunca lo grabó; fue un hit de Jerry Lee Lewis y en la Argentina de esos años
debe haber sido medianamente popular porque antes de Telmo lo había grabado,
también en español, Sandro. Claro; la métrica de un idioma y otra eran
distintas y había que inventar. Me quedó grabado el estribillo que cantaba
Telmo:
Hay mucha agitación
Cuando suena el rock’n’roll
Esta música nació
En los campos de algodón.
Si
alguna música “nació” en los campos de algodón habrá sido el blues; qué carajo
tiene que ver el rock’n’roll de Elvis y Jerry Lee Lewis con los campos de
algodón del Sur anterior a la
Guerra de Secesión no se me ocurre, pero se ve que en la
cabeza de Telmo todo estaba un poco mezclado.
Lo
cierto es que en el video entrevistan a alguien que afirma que en 1986 era
plomo de Telmo y sus Rockers. Habla de que para muchos Telmo fue el mejor
impersonator de la historia, que era casi igual y se apura para decir “no; no
era Elvis, por supuesto”. Así deja en claro que sabe de qué va el video.
“Seguramente vos querés que te cuente de aquella noche en el club Los
Matreros”.
Carnavales
de 1986, y el club “Los Matreros” organizaba uno de esos bailes con carteles
para toda la familia. Cerraba La
Torre (en pleno apogeo del rock nacional), pero también
actuaban Sergio Denis y Telmo y sus Rockers.
Dice
que ni bien terminaron de tocar, llegó un auto con “paramilitares” (ya
estábamos en democracia; no explica cómo reconoció que eran paramilitares). Le
dijeron a Telmo que necesitaban hablar con él y lo cargaron de prepo en el auto
negro con vidrios polarizados. Recién tres días después volvió a aparecer.
Cuando volvió, Telmo estaba como confundido y atemorizado. Ahí mismo disolvió
la banda y dijo que se alejaría por un tiempo de los ensayos porque tenía que
emprender un viaje.
Acá
viene lo grosso: según este tipo, Telmo
nunca volvió a su casa desde esa noche. Su familia dice no saber nada de él
desde entonces. Otra que Julio López. Telmo fue el primer desaparecido de la
democracia. Pero se ve que antes de desaparecer pudo contactarse con su familia
y tranquilizarlos, porque se aclara que no hubo ninguna investigación de
paradero, ni hábeas corpus, ni nada.
El
pibe dice que tres años después se encontró de casualidad con un primo de Telmo
que era guitarrista en los Rockers. El tipo le dijo que Telmo seguía
desaparecido, pero que una vez lo llamó por teléfono para aclararle que estaba
bien y qué era lo que había pasado esa noche. Dice que dentro del auto al que
lo subieron estaba Elvis vivo y rodeado de militares. Le dijeron que vivía de
incógnito en la Argentina
y que Telmo debía dejar de imitarlo porque, al hacerlo tan bien, tenían miedo
de que terminara llamando la atención sobre la Argentina. Que
la gente creyera que Telmo era Elvis, empezaran a buscarlo en la Argentina y terminaran
descubriendo la verdad.
Entonces
Telmo desapareció y se fue a vivir con una identidad falsa. Hasta en eso fue el
impersonator que más lejos llegó en la imitación de su ídolo. El “testigo” aclara
que eso es lo que le dijeron, pero que él no cree nada de eso.
No
lo cree nadie, pero no me digas que no es una buena historia.
Acá
esta el video (para que vean el final; al resto lo conté casi todo):